La chica de la 4x4

La chica de la 4x4 tiene los ojos tristes.

La chica de la 4x4 no maneja, ella va como acompante. Va mirando por la ventanilla, ajena a todo, incluso a quien la observa desde un colectivo.

Ahora que empieza a hacer calor la chica de la 4x4 usa camisa blanca de un tela liviana. La combina con un pantalón negro clásico y un collarcito de cuentas negras muy delicado. Casi no lleva maquillaje, tampoco lo necesita, todavía es jóven.

La chica de la 4x4 seguramente desayunó muy temprano, las chicas bien desayunan. Se dio un baño y salió a enfrentar el día. A trabajar en algún lugar familiar, en el que nunca va a dejar de ser la hija de, pero que está muy bien para una chica como ella.

El hombre que tiene al lado es un chico de 4x4, de rugby y estudios universitarios que, ahora que comienza a hacerse sentir el calor, usa camisa blanca.

Cada tanto ella emite alguna palabra para complacer el diálogo de su interlocutor, pero los pensamientos de la chica de la 4x4 están muy lejos. Tiene sueños, muchos sueños. Algunos que sabe que podrá cumplir como algún viaje y otros, otros que casi asume jamás concretará. No al menos siendo la chica de la 4x4.

Esa misma mañana, la chica de la 4x4 se miró al espejo y preguntó como si le hablara a otra persona:

- Sos feliz?
- No... -le respondió sorpresivamente el espejo- …simulo.

Desde el colectivo la sigo observando y pienso que quizás, la chica de la 4x4 y yo, no seamos tan distintas.

MSI U100, mi nueva hija

Desde que se me metió la firme idea en la cabeza de que iba a comprarme una netbook, que se me hizo dificil conjugarlo con la idea de que iba a tener que esperar.

Eso de que el proveedor tardara 15 días para conseguirla por ahorrarme apenas unos pesos, hoy se me hizo insostenible y cancelé todo, fuí y me la compré en otro lado. Sin dudas eso habla de mi, de mis ansiedades, de mi poca paciencia para tener las cosas cuando las quiero.

Eso de "como chico con chiche nuevo" es muy aplicable para mi estado de esta tarde cuando llegué a la oficina con mi pequeña nueva y bonita netbook flamante. La bauticé Merceditas. Algún nombre tenía que tener.

Salí del trabajo y mientras hago tiempo para entrar a mi clase, me siento en un bar a escribir un ratito. Para eso la quería, entre otras cosas. Para poder aprovechar estos tiempos muertos, en escribir un rato y despuntar el vicio, asi sea que escriba una pavada como estamos observando que pasa hoy.

Ya me terminé mi cortado en jarrito y la medialuna de grasa. El chico que se sienta en la mesa de atrás mío y habla solo, salió a fumarse un pucho. Se queda parado en la esquina de Corrientes y Malabia mientras mira pasar a las minitas que salen del subte.

Miro la hora y todavía me quedan 15 minutos. Pienso que el blog se va a convertir en una especie de cuaderno de práctica de escritura. De última esta bueno, en algún momento se verá cierta evolución. De reojo miro que en la tele está Crónica y hablan de un actor que nunca vi en mi vida, un tal Cuchuflito. No es chiste, en serio dice eso, es Crónica.

Me aburro del explorer y me bajo el Chrome que me gusta más. Desinstalo todas los programas con versiones de prueba por 60 días que trajo Merceditas de regalo, me molestan. No quiero cartelitos emergentes que me avisen que en tantos días se va a vencer algo.

Miro la hora y pienso que me quedaría eternamente escribiendo este sinsentido de pavadas. Pero ya debería ir pagando la cuenta y levantar vuelo. Siempre vengo a este bar y siempre me atiende la misma agreta, me siente donde me siente. Claro que, con el chico de atrás se mata de risa y le dice "cosita". Son los beneficios de ser hombre.

Le pido la cuenta y me dice que son $7,80 más agreta que nunca, busco la billetera entre el millón de cosas que tengo en la cartera y tardo unos segundos largos. Trato de ser simpática y le digo que este es el problema de tener carteras grande, que uno nunca encuentra nada. Increíblemente me mira a los ojos, se sonríe y me dice que no hay apuro, que busque tranquila.

Junto mis petates y me voy contenta por Merceditas y porque hice conexión con la chica del bar. El martes que viene, a la misma hora, en el mismo bar y por el mismo bati-blog...bueno si, ya sé, basta de pavadas.

otra vez, los sueños...

#1 Zero - Audioslave


"But just when you think you've left me blind
I will keep you in the corner of my eye"

Por algo a mi Skay nunca me cayó bien...

Copio y pego.
Mi abuela diría "si la envidia fuera perejil, cuantos loros menos habría".
Al margen de todo, siempre es un placer leer al Indio.

Vía mail a la redacción de Rolling Stone, y en respuesta a las declaraciones de Skay publicadas en el diario La Nación, Indio Solari explica por primera vez sus razones profundas detrás de la separación de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota, que siempre se mantuvieron en un cono de sombras. Aquí transcribimos, íntegramente, ese mail:

"Hasta el día de hoy y tratando de proteger la memoria de una de las bandas más queridas por sus seguidores, he callado los verdaderos motivos de la separación artística de Los Redondos.

Acabo de leer las declaraciones de Skay al medio La Nación donde sugiere que dicha separación fue motivada por la intención de "alguien" de apropiarse de la gloria del grupo (nadie puede pensar que fueran Semilla, Walter o Sergio).

Además si, como dice, tanto le aportaba el grupo, ¿qué fue lo que impidió que siguiera con ellos? Todavía ahora tengo para mí que no se puede arrebatar un éxito genuino. Basta dejar correr un poco el tiempo para que todo quede en claro.

Lamento que la alta espiritualidad de Skay, producto de su viaje a Fez, no haya despertado antes de los sucesos que me dispongo a detallar y que son, desgraciadamente, bastante más materiales que las "diferencias artísticas" que en entrevistas anteriores supo esgrimir como los motivos del fin del vínculo.

Los soportes de grabación (audio y video) de todos los shows de los Redondos (Huracán, Racing, River, etc.) quedaron en depósito en casa de Skay porque Poli era la encargada de contratar los servicios que los proporcionaban. Esto nunca me incomodó por que confiaba en una amistad de muchos años.

Un par de años antes del final se me ocurrió pensar que algún motivo (¿un accidente?) podría hacer que me viera obligado a reclamar ante parientes y desconocidos lo que por derecho formaba parte de mis intereses.A partir de ese momento, esporádicamente y con más pudor del necesario, pedí se hicieran copias para tenerlas a mi guarda y que a su vez sirvieran de protección.

Siempre coincidieron (de palabra) en que era lo aconsejable. Pero extrañamente, el tiempo pasó y siempre esgrimían una excusa.

La noche definitiva (un rato antes estábamos en un bar hablando con un cronista sobre un próximo show) me puse firme en mi requerimiento y esa actitud desembocó (ante la negativa) en el rompimiento de la sociedad artística.

Hasta el día de hoy Poli y Skay están sentados sobre ese material, cuya custodia artística he reclamado en silencio público hasta hoy. Sigo con mis dudas al correr éste velo, pero las declaraciones vertidas por Skay me han obligado."

Indio