La chica de la 4x4

La chica de la 4x4 tiene los ojos tristes.

La chica de la 4x4 no maneja, ella va como acompante. Va mirando por la ventanilla, ajena a todo, incluso a quien la observa desde un colectivo.

Ahora que empieza a hacer calor la chica de la 4x4 usa camisa blanca de un tela liviana. La combina con un pantalón negro clásico y un collarcito de cuentas negras muy delicado. Casi no lleva maquillaje, tampoco lo necesita, todavía es jóven.

La chica de la 4x4 seguramente desayunó muy temprano, las chicas bien desayunan. Se dio un baño y salió a enfrentar el día. A trabajar en algún lugar familiar, en el que nunca va a dejar de ser la hija de, pero que está muy bien para una chica como ella.

El hombre que tiene al lado es un chico de 4x4, de rugby y estudios universitarios que, ahora que comienza a hacerse sentir el calor, usa camisa blanca.

Cada tanto ella emite alguna palabra para complacer el diálogo de su interlocutor, pero los pensamientos de la chica de la 4x4 están muy lejos. Tiene sueños, muchos sueños. Algunos que sabe que podrá cumplir como algún viaje y otros, otros que casi asume jamás concretará. No al menos siendo la chica de la 4x4.

Esa misma mañana, la chica de la 4x4 se miró al espejo y preguntó como si le hablara a otra persona:

- Sos feliz?
- No... -le respondió sorpresivamente el espejo- …simulo.

Desde el colectivo la sigo observando y pienso que quizás, la chica de la 4x4 y yo, no seamos tan distintas.

1 charletas:

martu dijo...

ayayayayay como está esto nenaaaaaa

linda historia, triste pero linda