Después de un largo día de trabajo...

A Dios gracias, existen los After Eight

Mamá Lucchetti Versus Los Muppets

Acabo de sufrir una de las desilusiones más terribles de mi vida.

Me termino de enterar que la publicidad de Mamá Lucchetti que tanto me gustaba (recuerden mi post) es una vil copia de un capítulo de Los Muppets.

Soy el último orejón del tarro en enterarse? O ustedes comparten mi sorpresa?

Dónde están los creativos Argentinos, digo yo? No era que Argentina es la meca de la creatividad mundial? Pffffff, estoy completamente decepcionada.

Se los dejo, para que lo vean por ustedes mismos. Y por supuesto, lo de Los Muppets es notablemente más gracioso y divertido.

Muppets Show - Mahna Manha

Un temita para este viernes

"Let your soul be your pilot
Let your soul guide you..."


Let your soul be your pilot - Sting

14 de Abril

Cuando se decidió a hablar, se le quebró la voz y se largó a llorar. Ya lo venía conteniendo desde hacía un rato porque la charla era intensa. Era la primera vez que hablabamos como adultos, y la pregunta lo quebró.

"Necesito que me cuentes cómo se murió mi mamá..." le dije llorando.

Nunca había querido tocar el tema, sentía que el dolor había sido tanto que yo no tenía derecho de generarle más. Pero a mis 23 años, llena de sentimientos de culpa que me torturaban, decidí que necesitaba saber si lo que me habían contado, era la verdad.

Me miró con esos ojos profundos y tuvo que bajar la mirada para empezar el relato.
Habló de toda la sangre que vio al entrar, de la bebé que lloraba en la cuna, me confesó que su primer pensamiento fue que habían entrado los milicos y la habían matado.

Me contó que cuando pudo entrar a verla después de las operaciones, lo último que ella le dijo en el hospital fue que se iba a Antares.

Sin entender lo que pasaba un pibe de apenas 18 años, perdía a la mujer que amaba. Todavía no lo sabía, pero así sería cuando esa larguísima noche de corridas en busca de donantes de sangre y medicamentos, al fin terminara dejándole las manos vacías.

Me sorprendí al enterarme después de 23 años, que yo no había tenido la culpa en la muerte de mi mamá. No me sorprendió tanto saber que la persona que me había criado, me había mentido. Ahora sé que hay gente a la que le gusta jugar con la cabeza de las personas.

Hoy, hacen 32 años de ese día en que mi papá perdió a la mujer de sus sueños. A esa a la que buscó replicar en otras tantas que pasaron. Hoy, hace 32 años que yo perdí a mi mamá y a mi papá.

Porque a pesar de que su cuerpo sigue acá, él se fue con ella. Cada tanto hablamos por teléfono y nunca deja de decirme que me quiere. Cuando nos vemos charlamos de un par de pavadas y me cuenta en que lugares estuvo tocando.

Pero su alma... su alma ya no está.

Se alquila

La crisis da para todo...

Mi noche con Ismael

Me preparé desde temprano. Quería que me viera bien. Me dí una ducha y me sequé el pelo con cuidado para que quedara lo más lacio posible, que es como más me gusta. Me maquillé y me perfumé. Estaba ansiosa por llegar y verlo. Como en esas primeras citas en las que uno pone todas las expectativas.

Una vez ahí, mientras esperaba su llegada me puse más nerviosa. No sabía que iba a pasar y no podía dejar de buscarlo entre la multitud. De buscarte. Cuando se apagaron las luces no pude evitar temblar. Tantos años, tantas historias, tanto refugiarme en él en los momentos más fuertes de mi vida y ahí, en ese instante, después de tanta espera, íbamos a vernos.

Cuando apareció frente a mí, sentí que el mundo desaparecía, que eramos solamente él y yo. Empezó cantando sobre ése, nuestro pequeño milagro. No pude retener las lágrimas que inundaban mis ojos. Creo que en las primeras 5 canciones no dejé de llorar. Pero no era tristeza, no era angustia, no, era una especie de extraña felicidad.

Y entonces, pasó algo mágico. Ismael me miraba a los ojos. En medio de la multitud, como si el resto del mundo no existiera, me miraba.

Cada canción era una emoción diferente, un recuerdo vivido que venía a mi memoria. Como si un tren bala a toda velocidad viniera directo a mí y se estrellara en el medio de mi pecho, así sentía. Y no hace falta que te diga cual era el tema que estaba esperando que me regalara...pero se hizo esperar.

En medio de ese sentir tan intensamente, aparecían las bromas que me ponían una sonrisa en la cara. Cruzó por mi cabeza que si me estuvieras mirando, no te gustaría verme llorar así. Y empecé a sonreír aunque al principio, debo confesarte, me seguían cayendo las lágrimas por la cara. Quizás por las endorfinas o de tu efecto en mí, como prefiero pensar, las sonrisas le iban ganando lugar al llanto.

Empecé a cantar más fuerte, a acompañarlo en cada letra. Y en lo mejor, dijo que ya era tarde, que tenía que irse. Pero yo sabía que todavía faltaba para eso.

Volvió varias veces más. Cinco, seis, no sé, perdí la cuenta. Como esos amores que hacen que no puedas separarte del otro y cuando ya te habías ido, tenés que volver una y otra vez para buscar otro beso.

Cuando ya casi no guardaba esperanzas, me sorprendió para regalarme ese tema que yo tanto esperaba. Ese que no hace mucho, me dijiste que te recordaba a mí. Entonces me acordé más aún de vos y lo canté con una enorme sonrisa. Disfrutando de cada palabra.

Me fui con el alma llena y el corazón feliz. Con la certeza absoluta de que vamos a volver a vernos. No podría contarte con todo lo que me quedé, con todas las palabras, los sentimientos. Solo te cuento uno, que fue el que esta mañana cuando abrí los ojos, apareció primero.

"Ya lo sé, no soy un héroe,
no soy el más valiente de los que te amaron,
no soy tu estrella
ni el tipo que disfruta tus pecados.
No pido excusas ni perdón
salvar tu vida o redención,
solo busco un trozo de verdad.
Un destello de felicidad."

Pasaba, vi luz...

Tengo re abandonado el blog, lo sé. Posteo algún que otro tema que aparece en mi cabeza, solo para que la sargento Sturla no me rete.

Pero sé que estoy en deuda.
Un poco por falta de tiempo, y otro poco porque vengo condicionando las cosas que digo. No está bien, pero tengo mis motivos.

Pasé un toque solo para decirles a los que siguen pasando por acá, que lo sigan haciendo. Que aunque no entre a postear, siempre entro a ver las visitas y me alegra tenerlas. Que un día de estos los sorprendo y me escribo una buena historia, como las de antes. Como las que tengo ganas de escribir y no me animo.

Como las que todavía esperan leer, los que siguen pasando por acá.