Mi casa


Veo esta foto y puedo recordar la textura de la tela que recubría la colchoneta donde mi amiga Carina y yo, estábamos sentadas.

Recuerdo todo lo que veo como si estuviera ahí en este momento: como quemaba ese piso cuando había mucho sol, como me gustaba hacer dibujos con agua en él mientras se iba secando con el calor, como miraba a las hormigas que pasaban caminando por ahí, el olor de las plantas y de la tierra mojada después de regar las plantas, la suavidad de mi pelo en esos momentos previos a tener que recurrir a las tinturas para tapar las canas, el olor del aire caliente del verano cerca del mar, la frescura del agua recién sacada del pozo con la que nos bañábamos al regreso de la playa, los juegos que todavía hoy recordamos entre risas con Cari, y por sobre todo...lo feliz que era en esa casa cada verano.

Extraño profundamente esa casa, y cada vez que pienso que nunca más en mi vida voy a poder entrar, ni caminar por ella y toparme con todos los recuerdos que guardo...simplemente no lo tolero y me digo firmemente que algún día, cuando tenga mucha plata, la voy a comprar y va a ser mía. Como tendría que haber sido siempre.

Y así va a ser. Porque algún día estas nenas van a ser otras, a quienes yo les esté sacando esta misma foto.

2 charletas:

Bea dijo...

Qué lindos recuerdos, Carito.

Es increíble el detalle con el que recuerdas las cosas, pese al tiempo.

Algún día va a ser tuya. Vas a ver.

Beso!

Carolina Trosman dijo...

Y Ud va a ser mi invitada de honor ;)