Breve Reseña

La realidad es que no ando muy inspirada para escribir, pero sé que debo este post. Y como no quiero que la Srta.Luzbeíta empiece con sus amenazas y apures mafiosos, me dispongo a escribir.

Nos tomamos unos días pendientes de vacaciones que nos quedaron del verano y nos fuimos a Claromecó.

Que dónde queda Claromecó? Claromecó es una villa turística a 570 km de la Capital Federal en el sudeste de la Provincia de Buenos Aires, a orillas del Mar Argentino con amplias playas de suave declive, bañadas por aguas relativamente cálidas a 70 km de la ciudad de Tres Arroyos.

Esta sería la explicación técnica.
La no técnica sería, Claromecó queda justo clavado en el medio de mi corazón.

Es el lugar al que me fuí por primera vez de vacaciones, en las únicas vacaciones que pasé con mi mamá y con mi papá juntos cuando yo apenas era una beba de 5 meses. Y es el lugar al que me fui cada verano, durante toda mi vida.

Es el lugar en el que tengo los recuerdos más felices de mi infancia. Es ese "algo positivo" que encuentro en mi memoria, cuando pienso en las cosas que generó mi abuela paterna durante mi crianza.

Allí sigue viviendo la que es mi amiga desde los 3 años. Nos conocemos de toda la vida, pero acostumbradas a vernos una vez al año, con suerte dos si yo viajaba en invierno también.

Llegar allá era, y sigue siendo, tener esa sensación única de sentirme completa. De que llegué al lugar al que pertenezco. Donde Carolina, se transforma en "Carola" y todos me conocen desde bebé, y creen recordar alguna vez haber visto a mi mamá con su largo pelo.

Es el lugar donde me enamoré, no una sino varias veces. Donde hice el amor por primera vez y donde ví por primera vez una estrella fugaz, todo en la misma noche.

Era poder irme a la playa sola con mis amigas adolescentes y a pesar de las indicaciones represoras de "metete hasta los tobillos nomás eh!", entrar al mar y meterme hasta que el agua me tapara el cuello y nadar, nadar, nadar...

Fundamentalmente, es el lugar donde me sentía libre.
Claromecó me daba libertades que Buenos Aires no.
Y creo que eso no cambió para nada.

En Claromecó sigo siendo libre para ser quien soy.
Y para soñar los sueños que me gusta soñar.

4 charletas:

Christian dijo...

Buenas, no se que andaba buscando en Google para un laburo, y llegue acá. que bueno, encontrar un blog con muchas cosas para leer. =)

CaroTros® dijo...

Ay que lindo lo que me dice!

Es el mejor piropo que le podía hacer a mi blog. Ojalá que me siga visitando y siga encontrando mucho para leer.

En breve pasaré a devolverle la gentileza.

Un beso,
Caro.

Bea dijo...

Ayyy qué lindo lo que cuenta!!

Vio cómo es, no? A usted hay que tenerla cortita para que marche derechito... y postee!!

Cuídese de las pestes, a ver si se le van de una buena vez.

Besotes, qué bueno que volvió.

CaroTros® dijo...

Y bue, al final, soy hija del rigor! Jajaja.

Espero estar recuperada para mañana, porque es Viernes!

La quiero.
Caro.