Final Fantasy

Sacó el hielo del freezer y lo apoyó sobre la mesa del comedor, junto con las otras cosas que él le había pedido que tuviera listas. Siempre había tenido como fantasía traer un extraño a su casa, y hoy estaba a punto de cumplirla.

Repasó todo lo que tenía en la mesa, estaba nerviosa pero no quería que faltara nada y que él pudiera molestarse por algo. Estaba todo perfecto, había una combinación de elementos que permitirían experimentar con olores, sabores y sensaciones.

Tenía todo lo que él quería y más. Cuando pensó en eso, sonrió. Sabía que a él le iba a encantar ver que aportaba ideas. Sabía que eso a él lo calentaba, y mucho. Vio el pañuelo colgado sobre la silla y rozó la suave seda. A medida que la hora se acercaba, se iba sintiendo más nerviosa. Era un cosquilleo que le subía por todo el cuerpo y terminaba en la nuca.

Por un momento sintió miedo. Nadie sabía que estaba allí, a punto de aventurarse a cumplir su fantasía. No solo estaba sola, sino que en unos minutos le abriría la puerta a un completo desconocido quedando a completa disposición de sus deseos.

La adrenalina corría en inmensos torrentes por su cuerpo. Era una mezcla de intriga, de miedo y de excitación. Sonó el celular y era él.

- Tenés todo listo?
- Sí.
- Estás vestida como te pedí?
- Sí, dijo ella mientras miraba su reflejo en el espejo, tengo puestas las medias blancas de red que me mandaste de regalo.
- Me va a encantar verte vestida de puta. Estás nerviosa?
- Mucho.
- Tranquila, vos sabés que podes confiar en mí, no?
- Sí, ya se.
- En quince minutos estoy ahí, vendate los ojos y dejá la puerta abierta.
- Pero como vas a entrar? Tengo que bajar a abrirte…
- Avisale al encargado que me abra cuando llego, yo igual te toco timbre para que sepas que llegué.
- Ok.

Cuando cortó, las sensaciones en su cuerpo se dispararon. Miraba el reloj constantemente y calculaba donde estaría él. Si estaba a 2 cuadras, si ya estaba abajo, si estaría subiendo. Se miró por última vez al espejo y le dio gracia verse así, pero también la calentó un poco. Mucho escote, pollera muy corta, botas altas y esas medias. Tomó el pañuelo del respaldo de la silla y se vendó los ojos. Se quedó parada en el medio del comedor. Había un silencio total. Solo escuchaba su corazón que parecía salirse de su pecho. Sonó el timbre.

Cuando él entró, ella estaba muy quieta y al no poder ver, los otros sentidos se potenciaban. Olía, escuchaba al detalle y percibía cada movimiento en el aire. Cerró la puerta y se acercó a ella. Con la cercanía notó que estaba temblando como una hoja. Se le acercó mucho y mientras apoyaba su pecho contra los de ella, le susurró al oido: “Sshhhh tranquila, ya estoy acá”.

Le dio un beso único, muy profundo y sensual. Eso de alguna manera la ayudo a calmarse un poco. Mientras permanecía parada, él se agachó y le recorrió las largas piernas con la punta de los dedos. Un escalofrío la recorrió y se escapó de su boca un pequeño gemido. Al instante pudo sentir la boca de él otra vez en la suya.

A esta altura ella ya deseaba que la desnudara y la llevara a la cama. Pero para él, faltaba muchísimo para eso. Tomó otro pañuelo que estaba en la mesa, le llevó las manos a la espalda y la ató. Comenzó a rondarla, a olerla, a tocarla en diferentes partes de su cuerpo mientras caminaba a su alrededor. Le decía cosas al oído, le preguntaba cosas, le levantaba el pelo y le besaba la nuca, seguía caminando y dejaba que ella lo buscara, lo oliera y lo besara de vez en cuando.

Tomó un poco de hielo y recorrió su cuerpo con él. Jugó con todas las cosas que había en la mesa en el cuerpo de ella. Era su voluntad y ella permitía todo. Porque aunque no lo hubiera hecho nunca, todo le gustaba. La hizo arrodillarse en el piso y se bajó el cierre del pantalón.

- Sabés lo que tenés que hacer, no?
- Sí.
- Y te gusta?
- Mucho.
- Entonces hacelo ya.

Con los ojos vendados y las manos atadas, tuvo que buscar lo que deseaba con su boca. Cuando llegó, se sorprendió y sintió que todo su cuerpo que ya estaba completamente revolucionado, ahora llegaba a un nivel que le era desconocido. Se sentía a punto de estallar, y prácticamente no la había tocado. Todo era una combinación de sensaciones y de pensamientos, de lo que imaginaba al no ver.

A él le encantaba mirarla. Arrodillada frente a él, disfrutando de su cuerpo y sintiéndose libre de jugar el rol que él le proponía. Le desató las manos y le sacó la venda de los ojos. Se veían por primera vez.

- Sos muy linda
- Así vestida?
- Así vestida más.

De pronto, sin dar mayores explicaciones, le dijo que se iba. Ella se sentía como embriagada y no entendió. Pensó que iba a volver para terminar con la fantasía. Ella esperaba que la besara y que le hiciera el amor furiosamente. Su cuerpo lo pedía a gritos.

Pero él no volvió, y se quedó sola parada en el medio del comedor. De pronto se miró y a su alrededor, se sintió horrorizada. Sintió vergüenza de todo. Se sintió realmente una prostituta. Se sintió usada y dejada sin haber disfrutado de nada. Pensó que había sido realmente una locura, que podía haber pasado cualquier cosa, que el tipo si quería le hubiera podido desvalijar el departamento y hasta la podría haber matado.

El se había ido feliz. Por fin había encontrado a la mujer de sus sueños. Sin dudas en el próximo encuentro sus niveles de deseo y excitación llegarían a las nubes. Y entonces, la primera vez que se fueran a la cama, sería inolvidable para ella. Sabía que no era fácil sorprenderla y no quería ser uno más.

Los dos extraños no volvieron a verse nunca. El intentó contactarla, pero ella nunca volvió a atender sus llamados. Ambos guardaron ese encuentro en lo más profundo de sus fantasías y siguieron normalmente con la rutina de sus vidas.

Y vos?
Te vendarías los ojos y le abrirías la puerta de tu casa a un desconocido?

3 charletas:

Christian dijo...

Le abrí la puerta a muchas desconocidos en mi vida, no solo las de mi depto. Excelente, Caro.

Anónimo dijo...

como estas nena ehh, debe ser el calor que nos pone como LOOOOOCCCCas, bueno yo ni en pedo lo haría esa es la verdad. Pero pude imaginarme muy bien este encuentro que vos propusiste y fue muy sensual....nos vemos amiga, besos

CaroTros® dijo...

Chris, por ejemplo a mi? jejeje.

Martu, será la primavera? jajaja.

Gracias a ambos por los comentarios!

Besotes,
Caro.